La victoria más importante de la vida

El deporte se ha convertido en una herramienta vital para que las personas puedan realizar actividades físicas y recreativas que complementen su estilo de vida. Sin embargo, en ocasiones, se convierte en una terapia para superar alguna enfermedad; este es el caso de Daniela Aguilar Gómez, quien luego de vencer al cáncer ahora disfruta del balonmano.

La joven vecina de Desamparados y perteneciente al equipo de dicho cantón, sufrió de cáncer de tiroides con apenas 7 años (ahora tiene 16), por lo que, le tuvieron que realizar una operación que duró cerca de 10 horas.

“Estuve 10 horas en el quirófano, en donde, me extrajeron 118 ganglios de los cuales 23 eran malignos, a su vez, me extrajeron la tiroides porque era la que expandía el cáncer. La operación tenía sus riesgos, podía quedar con problemas con el habla, algún tic en la cara, sangrados nasales y pérdida del paladar entre otros riesgos, pero, por dicha todo salió bien con excepción del primer año porque tuve muchos sangrados nasales”, comentó la deportista.

Después de eso, la desampadereña no pasó por la quimioterapia, más bien, ella estuvo bajo un tratamiento que se llama “Yodo Radioactivo”, el cual, sólo recibió durante dos ocasiones pero uno de los cuidados que debía tener era permanecer aislada durante una semana por la gran cantidad de radiación que tenía en su organismo.

“El tiempo de recuperación fue mejor de un año, aunque ahora debo tomar 14 pastillas diarias que ahora sustituyen las glándulas que producían el calcio y la vitamina, además, no puedo exponerme mucho al sol”, explicó Aguilar.

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Una vida ligada al deporte

Actualmente, la juvenil considera que el balonmano es su deporte, ya que, a ella le “encanta” cuando le corresponde jugar porque lo “da todo” por su equipo de principio a fin.

 “La verdad el balonmano cambio mi estilo de vida completamente, empezando por mi situación de la operación, fue una manera de ver que yo podía hacer las cosas que cualquier otra persona hacía sin tener ninguna restricción y que era igual que los demás, y en mi vida personal, me ha enseñado muchísima disciplina, responsabilidad, compañerismo, compromiso y muchos valores más. Gracias al balonmano tengo un estilo de vida diferente a muchos, este deporte hace que uno permanezca con la mente ocupada sin tiempo para hacer cosas que no son convenientes”, destacó Aguilar.

Recientemente, Aguilar obtuvo el tercer lugar del Torneo Juvenil Femenino 2019-2020, pese a la derrota en la final,  ella indicó que es el que más ha sentido porque “me ha costado más sacrificio, más sudor en la cancha, más compromiso, pero puedo decir que di todo de mí, y aunque no fue el primer lugar lo sentí como tal y me siento satisfecha”.

Luego de haber dejado atrás el cáncer, ahora Aguilar se enfoca en ganarse un lugar para los próximos Juegos Deportivos Nacionales con Desamparados”